Kenia Navarro, psicóloga y coach emocional:
“Siempre he sentido admiración por la capacidad de las personas para reinventarse y superar dificultades. Por ello, elegí dedicarme a todo aquello que tuviera que ver con la relación de ayuda, la generación de cambios y el desarrollo de la persona y de los grupos”.
Me entusiasma la intervención psicosocial y la educación emocional con distintos perfiles: jóvenes, adultos y mayores. Trabajo como técnico de inserción laboral en una ONG y como coach y psicoterapeuta en mi proyecto de emprendimiento, Alighthouse.
He tenido que seguir aprendiendo y reinventándome a partir de los cuarenta, tanto a nivel profesional como personal. Ahora disfruto compartiendo todo el aprendizaje alcanzado.
Piensas que el e-learning (cursos online) ha facilitado a las personas maduras su reincorporación al mundo de estudiante, o que siguen prefiriendo los cursos presenciales.
El hecho de ir aceptando la metodología e-learning no significa que se prefiera a la presencial. En mi opinión, hay dos factores que están ayudando a que proliferen los cursos online como alternativa:
– La crisis, ya que las ofertas online abaratan los precios de la modalidad presencial.
– La falta de tiempo. Los cursos e-learning son una oportunidad para compaginar la vida laboral y familiar con el aprendizaje.
¿Cuál es la actitud de una persona madura al enfrentarse a un reto nuevo estudiantil?
Creo que la actitud ante lo nuevo y ante cualquier aprendizaje depende más de la personalidad de cada uno que de la edad. Según como nos posicionemos ante lo nuevo, ante un reto, así reaccionaremos ante una actividad formativa.
¿Cuáles son las dificultades y las ventajas de ser un estudiante cuarentón?
A los estudiantes “maduros” se nos hace cuesta arriba al principio seguir la disciplina del trabajo online y tenemos que vencer muchas carencias de manejo digital. En realidad un curso online supone un doble aprendizaje, por un lado, el contenido del curso y por otro lado, el desarrollo de competencias digitales. Es como aprender a “pensar y a escribir” de nuevo. Hay que vencer dificultades técnicas y la frustración de los primeros momentos. A medida que se va dominando la herramienta online y cogiendo confianza en uno mismo, el aprendizaje es más gratificante y más eficiente.
La ventaja de ser un estudiante cuarentón es que tienes más habilidad para relacionar conocimientos y poner en práctica lo aprendido de manera casi inmediata. El resultado suele ser que algo mejora de nuestra vida o de nuestra rutina habitual.
¿Crees que para un estudiante maduro puede resultar difícil estudiar con compañeros e incluso profesores mucho más jóvenes?
Según la capacidad de adaptación de cada persona, puede resultar más fácil abrirse a un grupo de gente más joven o más heterogénea. Cuando se trata de “recuperar el tiempo perdido” volviendo a la universidad o a la educación de adultos, hay que vencer el pudor inicial por la culpa de “no estudié en mi tiempo”.
Creo que en la mayoría de las ocasiones, el estudiante maduro genera un sentimiento especial de cariño hacia el profesor más joven y una actitud de protección del compañero más novel.
Los cursos más heterogéneos en los que he participado son las clases de baile con personas de distinta edad, donde lo que importa es la pericia y el estilo de cada persona, la edad no afecta para divertirse aprendiendo.
Tú también haces cursos de inteligencia emocional y coaching a estudiantes de más de 60 años, ¿cuál es tu experiencia?
Creo que juego con ventaja, quien se ha apuntado al curso ya trae una motivación de cambio/mejora o al menos cierta curiosidad.
Los cursos de coaching les aportan una mejora en la calidad de vida y sentirse más a gusto consigo mismos. Es fantástico ver cómo evolucionan y su cara de sorpresa ante nuevos descubrimientos. En general, son respetuosos y colaboradores, aunque todos quieren expresar siempre sus experiencias, vengan o no al caso.
Es más fácil trabajar con ellos en el Aquí y Ahora, en comparación con los jóvenes y adultos. Trabajamos sobre las pérdidas, la adaptación a los cambios del cuerpo, los miedos, especialmente a la enfermedad y a la soledad. Al principio, hay que vencer mucha negatividad, muchos mensajes de que ya nada se puede hacer a su edad. Después, cuando entran en materia sin darse cuenta, crecen interiormente de manera exponencial. Es muy gratificante.
¿Te gustaría compartir con EstudiarCuarentón algo más?
Para terminar, me gustaría señalar que en el momento histórico que nos ha tocado vivir, la formación continua es una necesidad. El mundo es tan cambiante que es prácticamente imposible no sentir el impulso de probar o aprender algo nuevo. Por ejemplo, te resistes a usar el móvil y al final lo integras en tu vida como algo imprescindible, las costumbres sociales cambian y nos llevan a nuevos aprendizajes (¿aún no tienes whatsapp o una nube para las fotos familiares?), el mercado laboral nos exige innovación…
Aprender está al alcance de nuestra mano. Afortunadamente, también surgen nuevas oportunidades, como la formación online, el aprendizaje con el apoyo de las redes sociales, los cursos que nos enseñan a manejar nuestras emociones… Es un momento ideal para: SENTIR, CRECER y ACTUAR.
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