Ahora que soy autónoma, desde hace varios años, hay algo que echo mucho de menos: que mi empresa se encargue de mi formación, de mi desarrollo y de mi reciclaje. Ahora todo esto es mi responsabilidad exclusiva, y lo más doloroso, el dinero para formarme sale de mi bolsillo y el tiempo de mis horas libres. No es fácil, pero aún así, lo consigo.
He tenido la suerte de trabajar en empresas de gran relevancia, como Expedia, Ebookers y Orbitz Worldwide que han invertido tiempo y dinero en mi formación y en motivación. Todo hay que reconocerlo.
Ahora, como alumna hambrienta de conocimiento, con recursos limitados, me doy cuenta de lo poco que valoramos esas formaciones que nos da la empresa. Recuerdo cursos en los que las empresas en las que he trabajado se han gastado una pasta y he visto compañeros que se han dedicado a contestar emails o me he visto a mí misma estresada, pensando en los mensajes que probablemente se estarían acumulando en mi contestador en ese mismo momento . Y no he podido relajarme.
Me arrepiento de cada momento de distracción, de cada curso que no me he molestado en repasar posteriormente y de cada formación que no he llevado a la práctica. Y me alegro por todas aquellas que he aprovechado y he llevado a la práctica, como las de técnicas de negociación, power point, Excel y management.
Es una pena malgastar estas oportunidades. Y a pesar de que es muy duro, de que la vida laboral es muy estresante, estos cursos son un regalo. Aprovechadlos. Relajaros. Mañana será otro día. Posponer el trabajo un ratito, no es nada, lo que vais a aprender tiene mucho más valor.
1 comentario
A mí me pasa lo mismo
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